viernes, 14 de mayo de 2010

El creer puede hacerse realidad.

Érase una vez una niña llamada Wendy que creía en las hadas y nadie la creía.Ella creía en las hadas, por que una vez en el prado de su ciudad Dreamsis, vio a una pequeña hada risueña.
Ella se lo decía todos los días a su madre,a sus compañeros y nadie la creía. Su madre y sus compañeros creían que estaba loca, que lo suyo no era normal todo el mundo habia ido al prado y nunca había visto a un hada.
Su madre le llevó al psicólogo, y le dijo que era una niña muy inteligente y no tenia problemas psicológicos, solamente que cree que ve hadas.
El psicólogo le dijo:
    --  No es el primer caso que tenemos de esto, su hija no tiene alucinaciones,las hadas existen.
    --  La madre muy asustada le dijo a la hija: Vamonos, si es verdad que existen las hadas llevame a donde la viste.
    --  Yo también voy,dijo el psicólogo es mejor.
Los tres se dirigieron al prado, estaba a diez minutos de la ciudad,y a once del psicólogo.
    --  Seguidme, es por aquí. -dijo la niña entusiasmada.

La siguieron hasta una preciosa planta que había al lado de una pequeña cueva, a la que no habían visto nunca. De pronto salió una pequeña hada, no era la misma que vió Wendy, y de pronto la madre se quedó pasmada. Wendy cogió el hada y la colocó en la palma de su mano. 

-- ¡ Que bonita es! - dijo Wendy.

--  Hola, soy el hada de las flores, y gracias por creer en nosotras, gracias a tí las hadas han dejado mostrarse y empezaron a brillar cada objeto de la naturaleza.

 -- ¿Podéis venir conmigo? - dijo Wendy. La gente se cree que estoy loca,que no existís.
 -- Vamos a ir contigo,tranquila.

De pronto aparecieron miles y miles de hadas, y Wendy,su madre y el psicólogo estaban alucinados.
Wendy de pronto tuvo una idea.

-- ¡Que maravillosa idea! - dijo Wendy con alegría

-- Dime que idea tan maravillosa idea tienes – dijo la hada de las flores.

-- Venir conmigo, llegaremos pronto a la ciudad.

Corriendo cogieron el coche, y llegaron enseguida,fueron a la fiesta que había hoy la ciudad, y le mostraron a todos las hadas.
Todos se quedaron pasmados, y de pronto Wendy pidió silencio y empezó a dar a conocer su idea.

 -- Mi idea es que todos tengamos nuestra hada, para que nunca nos sintamos solos y para que nos ayuden en lo que puedan ayudarnos.

-- ¡Que buena idea! - dijeron todos a la vez.

Al final cada ciudadano de Dreamsis acabó con su hada y Wendy fue historia en esa ciudad.

Esther Herrera - Luz María Herrera 

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